La banca pierde su batalla contra los clientes que no han podido devolver los avales ICO lanzados en la pandemia. Una derrota comprensible habida cuenta de que las entidades exigían el pago del 100% del préstamo pese a que en la publicidad decía que las pymes y los autónomos solo eran fiadores del 20%, ya que el 80% restante lo avalaba el Estado.