Si vives en Madrid, seguramente has escuchado hablar de Caja Madrid. Esta entidad financiera, que actualmente forma parte de Caixabank, tiene una larga historia en la capital española. Fundada en 1702 como Monte de Piedad de Madrid por el sacerdote aragonés Francisco Piquer, se convirtió en la caja de ahorros más antigua de España.
En sus inicios, el Monte de Piedad de Madrid tenía como objetivo atender las demandas de las clases sociales más necesitadas, ofreciendo préstamos gratuitos garantizados con alhajas y ropas. Era una institución benéfico-social respaldada por el Patronato Real y particulares que realizaban donativos y depósitos. No se cobraban intereses por los préstamos, ya que su finalidad era ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad.
En 1836, se planteó por primera vez el cobro de intereses en los préstamos concedidos, con el objetivo de cubrir los gastos de administración y asegurar el futuro económico del Monte de Piedad. Bajo el impulso de Joaquín Vizcaíno, Marqués viudo de Pontejos, se fundó en 1838 la Caja de Ahorros de Madrid, que comenzó a retribuir los depósitos recibidos. Un año después, se aprobó su Reglamento por Real Orden.
La vinculación entre la Caja de Ahorros de Madrid y el Monte de Piedad no impidió que ambas instituciones tuvieran independencia funcional, ya que contaban con órganos directivos diferentes. Sin embargo, su dependencia financiera llevó, años más tarde, a una fusión que dio lugar a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid.
Durante décadas, Caja Madrid se centró en atender las necesidades financieras de los particulares en la región de Madrid. Sin embargo, a partir de los años setenta, la entidad inició un proceso de modernización y expansión territorial. Bajo la presidencia de Mateo Ruíz Oriol, se desarrollaron nuevos productos y se informatizó el funcionamiento de la caja.
En los años ochenta y noventa, durante la presidencia de Jaime Terceiro, Caja Madrid experimentó un crecimiento significativo. La entidad se convirtió en la cuarta agrupación financiera más grande de España, con una facturación de 185.000 millones de euros en 2005.
Sin embargo, la crisis económica de 2008 y la burbuja inmobiliaria golpearon duramente a las cajas de ahorros en España. Muchas de ellas se vieron obligadas a fusionarse o ser absorbidas por otras entidades para sobrevivir. En el caso de Caja Madrid, en 2010 se produjo su fusión con otras cajas de ahorros para crear Bankia.
Bankia se convirtió en una de las entidades financieras más importantes de España, pero también se vio afectada por la crisis. En 2012, el Gobierno español tuvo que intervenir y rescatar a Bankia con una inyección de capital de 22.424 millones de euros.
En 2021, Bankia se fusionó con CaixaBank, dando lugar a la entidad Caixabank. Aunque Caja Madrid ya no existe como tal, su legado perdura en la historia financiera de Madrid y en la memoria de quienes vivieron su importancia en décadas pasadas.
En conclusión, Caja Madrid fue la caja de ahorros más antigua de Madrid, fundada en 1702 como Monte de Piedad de Madrid. A lo largo de los años, evolucionó y se transformó en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, para luego formar parte de Bankia y, finalmente, de Caixabank. Aunque su nombre ha cambiado, su importancia en la historia financiera de Madrid perdura.